La mañana se presentó soleada, y, según nos contaron los trabajadores del Hotel Hollingsbury estaba haciendo un tiempo atípico para ser Londres a primeros de octubre: por lo visto, debería haber estado todo el fin de semana lloviendo.
Una vez dejada la habitación, decidimos conocer un poco mas el barrio de Harlesden y estuvimos paseando por él durante un largo rato. Nuestro avión despegaba a las 17.00 horas y debíamos estar a las 15.00 horas en el aeropuerto.
Hubo dos hechos que reseñar, el primero que Maite llevaba su cazadora a la cintura, porque como digo hizo un poquitín de calor, y se le acabó cayendo y tuvimos que volvernos para intentar buscarla y resultó que alguien la había visto caída y la dejó sobre un poyete, y, afortunadamente no faltaba nada de la cazadora: documentación y dinero.
El segundo, que mientras Maite me hacía una foto con las tiendas de fondo en la que se viera la multiculuralidad del barrio, pasó una mujer mayor y me agarró del brazo derecho para salir en la foto.
Ambos gestos confirmaban nuestra percepción inicial: un barrio de wena gente.
Posando en Harlesden
De allí cogimos el metro hasta Liverpool Street Station y de allí el tren hasta el aeropuerto de Stansted y a las 21.00 horas (española) estábamos en Sevilla.
Nuestra valoración, según lo que hemos hablado alguna vez, y tras haber pasado un mes de nuestra vuelta: mereció la pena ir estos cuatro días a Londres, y cada vez que recordamos que todo el viaje nos salió por unos 350,00€ por cada uno, más.
¡A ver dónde es el próximo!.
Vaya cara de mongolito que tienes Josele, jejejeje. Soy el sevillano, el papá de MariCarmen, el maricona. Visita este blog:
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Saludos, maricona