Hoy se cumple un mes de mi accidente.
Hoy se cumple un mes de mi vuelta a la vida.
Desde entonces, he estado pensando en este día. Qué haría. Qué escribiría. Desde entonces estoy muy raro: ya nada excita mi curiosidad o mis ganas de explorar como lo hacía antes; no quiero obligaciones o, las que tengo, cuando no me apetece cumplirlas no las cumplo; me apetece volver a recuperar el tiempo que me dedicaba a mí mismo y que tan aparcado lo he tenido; lloro sin motivos a cada momento; ya no hablo de mí con todo el mundo como lo hacía antes, pero sí conmigo mismo; me doy cuenta lo difícil que es volver a vivir solo tras haber vivido para otra persona.
Hoy, pasaré el día en casa, disfrutándola y disfrutándome. Estáis todos invitados a mi fiesta de cumplemés.
En todo este tiempo pensaba que no sabría que decir. Tan solo que agradezco a Dios (que cada día dudo más de si existe o no) o a Santa Ángela (aquella tarde estuve visitándola) el que hoy pueda cumplir un mes de mi segunda vida.
Lo que si tengo claro, desde que vi el vídeo que a continuación pongo, es que quiero vivir cada uno de los momentos que quedan por pasar por delante de mis narices. Momentos nimios, pero que sin ellos no seríamos nada.
Sí que tiviste suerte. El vídeo es fabuloso y en 4 minutos que tiene, representa toda una vida, con sus momentos más insignificantes pero que es la vida en realidad. De estos pequeños y nimios momentos-cómo tú dices- se compone la vida.
ResponderEliminarUn saludo, maricona
Felicidades, niño!
ResponderEliminarYa quisiera yo poder contarlo después de un porrazo como el tuyo. No estés triste, ya verás como todo va para mejor.
Considerate una de esas personas que han tenido la inmensa suerte de contar con una segunda oportunidad.
ResponderEliminarPero si la vida que te construyes ahora gira toda en torno a ti, será una vida en la que tendrás siempre una gran sensación de vacio.
Nada tiene un verdadero sentido en la vida, si no somos capaces de compartirlo, tanto si lo que hacemos o nos ocurre es bueno o malo.
Las obligaciones y las responsabilidades de la vida, solo pesan tantos kilos como cada uno dejemos que pesen.
Una de las mejores cosas que te pueden ocurrir en la vida es sentir que los demás te necesitan, y cuando esto ocurre, se traduce en la mayoria de la ocasiones en responsabilidades y obligaciones.
Le doy gracias a la vida por no privarme tan pronto de una compañia como la tuya, por dejar que pueda compartir contigo risas, bromas, enfados, mosqueos, secretos, confidencias y todo cuanto se nos antoje.
Tras una experiencia como la que tu has vivido, lo que ahora te toca es difrutar de cada segundo como no lo habias hecho antes, pero recuerda que si compartes esa sensación, aún lo disfrutarás mucho más.
Un abrazo amigo
Un beso hermano.
Gracias a los tres por vuestros comentarios.
ResponderEliminarSi, tuve muchísima suerte. Pero ahí acabó. Ya sabéis, porque muchas veces os lo he dicho, que he tenido muy mala suerte en la vida. Ese día la tuve toda.
A Guilmar. El vídeo me dejó fascinado. Como cosas sin imporancia aparente, juntas, nos hacen ver que la vida son cosas sin importancia, y que hacer cosas que nos sobrepasan o hacer sobreesfuerzos para ser "alguien" no sirven de nada, si no vivios las cosas mas nimias.
A Anónia. Te digo lo mismo que te he dicho en tu blog. Gracias.
A Luís. Sabes que yo no soy nada sin lo que me rodea. Tan solo, que ahora, siento la necesidad de hacer las cosas que realmente quiero hacer, o mejor dicho, no hacer las cosas que no quiero hacer, como siempre ha sido mi filosofía de vida (así un día llegará en el que deje el trabajo y cambie de aires).