Nunca dejes para mañana - dijo - lo que puedas hacer hoy
Él descubrió la electricidad.
La gente debería prestar atención a las cosas que hace.
No sé por qué siempre posponemos todo, pero si pudiera adivinarlo diría que tiene mucho que ver con el miedo. El miedo al fracaso, el miedo al dolor, el miedo al rechazo, a veces, el miedo a tomar una decisión. Porque ¿y si te equivocas? ¿y si cometes un error sin solución?.
Sea lo que sea lo que nos da miedo una cosa es cierta: cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo, es como si cargáramos con un tumor gigante.
El pájaro más rápido atrapará al gusano.
Una decisión a tiempo salva vidas.
Quien duda está perdido. No podemos fingir que no nos lo dijeron. Todos hemos oído a los proverbio, a los filósofos, a nuestros abuelos advirtiéndonos sobre el tiempo perdido, hemos oído a los poetas malditos instándonos a vivir el momento. Aunque, a veces, debemos escucharnos a nosotros mismos.
Debemos cometer nuestros propios errores.
Debemos aprender de nuestras propias lecciones.
Debemos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos más, hasta que al fin podamos comprender lo que Benjamin Franklin quería decir: que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir, y que fracasar o cometer un error enorme es mucho mejor que no haberlo intentado.
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