Me voy camino de Sevilla a hacerle una visita a "La Acostaíta", a Santa Ángela de la Cruz. ¿Por qué? Pues sencillamente porque ese día, un rato antes del accidente la visité. Tal vez fuera casualidad (en la que no creo), pero creo que me puso su mano protectora encima y evitó que quedara para siempre en la carretera entre Dos Hermanas y Bellavista.
La noche la acabaré en la feria, donde celebraremos que hace dos años, resucité de entre los muertos.

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