Porque si su amor fuera real, vencería toda barrera (incluso las personales). El mío, mi amor... ya me duele demasiado.
Me da igual quien pueda leer esta entrada (y me dan igual las repercusiones que pueda tener)...
Ya me da igual todo...
Ya no pienso verter una lágrima de más...
Gracias por una semana genial, primero en tu costa interior sevillana y después en los verdaderos acantilados donde habitan realmente las sirenas...
Hasta siempre, a sabiendas, que no puedo estar ni contigo (así) ni sin ti.
¿Después de tantos años sigues así?
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