La noche se destapa lentamente y la luna intenta salir de la cama escurriéndose entre las sábanas.
El silencio en la calle se va imponiendo. Sólo lo rompe el trino de las golondrinas.
La fresca brisa entra por las ventanas y zigzaguea hasta salir por el patio cálida como la bruma desértica tras refrescar a su paso la casa caldeada por el pesado sol de julio.
De repente un piano suena.
Es un sueño.
En mi fábula estabas tú.
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